"Hace ya tiempo, desde que los votos a nadie vendemos; que hemos abandonado nuestros deberes, pues el que antaño otorgaba gobierno, fasces, legiones, todo, hoy se coarta a sí mismo y sólo dos bienes se desean con ansia: pan y juegos circenses." Juvenal
Parece
que muchas realidades de hace miles de años, ¡siguen siendo válidas hoy! Como,
por ejemplo, la realidad de la naturaleza humana. Los siglos de tecnología no
añadieron nada extra, de hecho, incluso podría decirse que redujeron algunas de
las cosas esenciales, amplificando a cambio, a las superficiales e
innecesarias.
Los
ciudadanos del Imperio Romano, en el período de decadencia, ignorantes respecto
a su verdadera naturaleza espiritual y respecto a los derechos humanos básicos,
estaban satisfechos si el César les daba un poco de pan y mucho circo. La mayoría
de ellos, vivían como la mayoría de hoy: en pobreza y miseria; otros eran incluso
esclavos, como los son muchos hoy también; y en el mejor de los casos, eran “libertos” (esclavos
a los que de algún modo le había sido concedida la libertad);
Todos
ellos, olvidaban de la pobreza y de la falta de sentido de su existencia, si se
les organizaban esos suntuosos desfiles, y esos espectáculos en las arenas de
los anfiteatros, hipódromos y “circus maximus”. Además de estas diversiones populares, el César, ordenaba darse a la
multitud, trigo gratis (pan), para aplacar los espíritus inquietos y mantenerlos
más o menos satisfechos.
Hoy
en día, como circo, contamos con la caja mágica, la TV. Algunos la llaman riéndose, “la
caja tonta”, pero (el colmo de la ironía), se atontan mirándola sin parar, evidencia clara que acertaron
con el nombre. El
pan hoy lo suministra Mercadona, Alcampo, y otros supermercados, así que del
circo se encargan los periodistas y la tele, controlados por el estado. De esta forma, el actual César moderno da al populacho mundial, todos los
espectáculos y alimento que necesita.
Por supuesto, hoy existen también teatros y varios otros cines, discotecas, o pabellones deportivos, conciertos y muchos otros. El
deporte, si hablamos de él, constituye en sí, la forma de "circo" que
más despierta las grandes pasiones y desvía la atención y las energías de
millones de personas idiotizadas, de las cosas verdaderamente importantes, evitando de este
modo que el ignorante se entrometa en los asuntos del César.
Si
además de estos espectáculos o “circos”, al populacho se le asegura el mínimo para
sus necesidades existenciales, a saber, un poco de comida basura y ropa barata
(o trapos coloreados), los esclavos modernos, ¡no necesitarán nada más! Ellos
entraran en la carrera de la vida, solamente para poder procurar continuamente
estas pocas cosas necesarias, y garantizarse al mismo tiempo... el circo. ¿Más cosas? Oh, eso sería incluso demasiado para ellos, ¡y no le ven
el sentido! Como escribió Richard Bach: "La vida es lo
desconocido e incognoscible, hemos venido al mundo, para comer y sobrevivir el
mayor tiempo posible." Nada más acertado con respecto a la mentalidad humana, esclavizada por el placer y las sensaciones fuertes.
Este
tipo de personas, por desgracia la mayoría, han existido también en los tiempos
de Noé. En vano les advirtió él acerca de la inundación y destrucción inminentes, en vano les instó él a
salvarse. Ellos simplemente, "comían
y bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta que vino el diluvio sobre
ellos", según nos relata la Biblia.
La
misma clase de gente vivía en Pompeya antes de la erupción del Vesubio. Hubo allí
también algunos visionarios y científicos de la época, quienes les advirtieron
que se marcharan para salvarse a sí mismos, pero nadie les hizo caso. Ellos tenían lo que deseaban: su enorme anfiteatro y poco pan. Y...
murieron todos.
el enorme anfiteatro de Pompeya
hoy, cubierto de hierba
hoy, cubierto de hierba
La
misma clase de gente vivía probablemente en Alemania de los 1939-1940, en los
albores del surgimiento del nacionalsocialismo, el futuro fascismo. Aunque
algunos no estaban de acuerdo con eso, sin embargo, ya que su vida era bastante
buena, hicieron un compromiso con su conciencia, para salvarse a sí mismos y
para asegurarse la comodidad personal y aplaudieron y clamaron, "¡Heil Hitler!". La ironía es que ni siquiera esos se
salvaron todos (ya que una tiranía encuentra motivos para eliminar incluso a sus
partidarios cuando no son suficientemente celosos).
Esas
personas existen, y siempre han existido, y son, por desgracia, ¡la gran masa
de la población mundial! Esa masa, que un sociólogo calificó como, "la parte inútil de la especie humana".
Yo
no sería tan áspero en estimaciones, sino diría sólo, que estas personas
todavía permanecieron en la parte inferior de la pirámide de las necesidades, de Maslow.
Esa
pirámide se basa en las necesidades vitales: alimento, vivienda, vestido;
seguidos en un nivel superior, por las necesidades espirituales: amar y ser
amado, tener una familia, sentirse útiles, etc.; y luego, en un nivel más avanzado,
por las necesidades espirituales superiores: la afirmación, la ampliación del horizonte personal, el conocimiento
constructivo, y por supuesto la evolución intelectual y el éxito personal. La
parte más alta de la pirámide está reservada para la moralidad, creatividad, etc.
Pero son pocos los que consiguen esta performance de modo visible, es decir,
público, ya que muchos de las personas verdaderamente inteligentes de este mundo, en general autodidactas,
se quedan desconocidas para las masas, cuya atención está atraída siempre hacia
el “César” y sus hordas que infunden miedo, ya que el placer (el circo) va mano
a mano con el miedo, a fin de que el César, o el Pontifex
Maximus, pueda controlar totalmente las masas.
El Pontifex Maximus - 2014
(twitter@pontifex_es)
Aquí llegados, es necesaria una aclaración: si vas buscando por Internet (superficial) vas a encontrar por ejemplo, que en la entrada, "Pontifex Maximus" en Wikipedia, dice que este titulo se usaba en en la época del Imperio Romano para denominar al César. Pero esta es una mentira camuflada, o simplemente ignorancia crasa por parte del autor del articulo. Pero lo cierto y lo correcto es dar al César lo que le pertenece, porque hoy, 17 de septiembre 2014, este es el titulo oficial del... pontífice romano-católico (¿te suena la palabra pontífice?), ademas del titulo de Emperator Augustus Caesar. ¿¡Qué?!¡Sí! El titulo oficial del señor Bergoglio es: Papa Francisco, Pontifex Maximus, Emperator Augustus, Caesar. Y las funciones actuales del pontífice o césar, son las mismas que en la época de la Roma pagana, sin apenas cambios (los cambios son solamente de nombres: en vez de Júpiter, es Pedro, en vez de Isis es María, etc.) El titulo de Emperator (Emperador), significa que el sr. Bergoglio, es el soberano de todos los actuales reyes del mundo, el rey de reyes. Por esto los reyes le besan la mano: ellos saben quién es el amo.
(twitter@pontifex_es)
Aquí llegados, es necesaria una aclaración: si vas buscando por Internet (superficial) vas a encontrar por ejemplo, que en la entrada, "Pontifex Maximus" en Wikipedia, dice que este titulo se usaba en en la época del Imperio Romano para denominar al César. Pero esta es una mentira camuflada, o simplemente ignorancia crasa por parte del autor del articulo. Pero lo cierto y lo correcto es dar al César lo que le pertenece, porque hoy, 17 de septiembre 2014, este es el titulo oficial del... pontífice romano-católico (¿te suena la palabra pontífice?), ademas del titulo de Emperator Augustus Caesar. ¿¡Qué?!¡Sí! El titulo oficial del señor Bergoglio es: Papa Francisco, Pontifex Maximus, Emperator Augustus, Caesar. Y las funciones actuales del pontífice o césar, son las mismas que en la época de la Roma pagana, sin apenas cambios (los cambios son solamente de nombres: en vez de Júpiter, es Pedro, en vez de Isis es María, etc.) El titulo de Emperator (Emperador), significa que el sr. Bergoglio, es el soberano de todos los actuales reyes del mundo, el rey de reyes. Por esto los reyes le besan la mano: ellos saben quién es el amo.
Porque estos día cuando el actual César esta preparado a implementar la nueva y modern, Pax Romana a nivel mundial, podemos ver, si miramos alrededor el peligro mortal que nos rodea. Todo esta preparado para el establecimiento del Nuevo Imperio y las masas embrutecidas a base de pan y circo. Y si algunos no se "comen" esta farsa... "No hay problemas, dice el César, ¡tenemos también para ellos... arreglo!"
En esta situación actual a nivel mundial, si se anunciaría un desastre inminente, o el fin del mundo (por cierto, estamos a un paso de eso), este tipo de gente seguiría comportarse exactamente igual que hasta ahora, encontrando justificaciones como: "Deja que no es tan cerca", "Y si fuera así, ¿qué puedo hacer yo?", "¿Por qué perder yo mi comodidad", "Mejor vivo así, y... después de mí… ¡pase lo que pase!” etc.
Se habla mucho también de una evolución. No de una evolución biológica,
que hoy día hasta las personas medio-inteligentes consideran una enorme estupidez,
sino de una aparente evolución real tecnológica e industrial (aparente - porque si
estudiamos atentos el pasado, podemos ver que en realidad no sabemos nada
comparado con las antiguas generaciones y que todo lo que tenemos, fue inventado
hace miles de años por esos “bárbaros” o “prehistóricos hombres de cavernas” – ¡menuda
idiotez de la soberbia mente moderna!”
Pero, hablando de lo que tenemos hoy, todo esto,
fue posible debido a enormes sacrificios de nuestros antepasados ¡hoy olvidados!
¡No todos!
Hoy el ignorante ávido de pan y circo, se acuerda orgulloso por sus “conocimientos”,
de Hitler, de las dos guerras mundiales, de la inquisición papal, y puede que
de otros eventos desgraciados, aunque no es capaz ni desde lejos deletrear esos
nombres correctamente, por no hablar de explicar de lo que tratan.
Pero nadie
se acuerda de los héroes de la humanidad, de los mártires Cristianos que sacaron el mundo
de las tinieblas de Edad Oscura, que libraron la humanidad de la mano del César, de la mano
de Roma papal. Los nombres de estos verdaderos libertadores humanos como, Pedro
Valdo, Ian Hus, John Wesley, John Calvin, Martin Lutero, y otros, no caben en
la mente llena del pan y circo papal, ni despiertan ningún sentimiento
inteligente en los cerebros lavados por el moderno y mortalmente peligroso
César, o en mejor de los casos pueden recordarse de ellos como de unos …locos. ¿Qué
persona en su sano juicio, se pondría contra la corriente, cuando todavía puede
encontrar lo que necesita en las tiendas del César? Aunque hoy, por cierto, ya
no hay nada gratis. El César, ya no necesita ofrecer nada gratis. Su control
absoluto sobre los seres humanos embrutecidos, es tan fuerte, que se permite
incluso… ¡imponer leyes! no “comprarlas” como antes, dando pan gratis al
populacho.
Los
pocos que han quedado cuerdos, en este intento exitoso de manipular la raza
humana, por parte de unos pocos descerebrados ricos y muy "religiosos", saben que no debido a las
personas “tranquilas” (ignorantes, indiferentes, egoístas,
incultos, etc.), hemos llegado aquí, sino a los que se esforzaron en saber, “el porqué”
de las cosas de la vida, a los que sacrificaron sus vidas para nuestras
libertades actuales (que hoy ya no existen), debido a personas que tuvieron el coraje
de decir, “¡No!”, al César, y “¡No!” al pan y circo. Pero, como dijo no sé cuál
escritor: "Los locos, son los que han llevado al mundo hacia adelante".
¡Sí, los locos! Hoy son llamados, “teóricos de conspiraciones” o, “fanáticos”,
o “fundamentalistas”, o “terroristas”.
Muy
pronto los adeptos del pan y circo, serán despertados brutalmente a la realidad
presente y constataran que todo ha sido un gran engaño. Entonces se van a
enfadar mucho y debido a la falta de inteligencia, actuaran bestialmente, y debido
a que “los muchos hacen la fuerza”, este mundo será un caos total que ni
siquiera el César, con todas sus legiones militares de súper-criminales
reunidos en OTAN, no podrá controlar. El principio “pan y circo” que tanto
sirvió al antiguo imperio romano pagano, consiguió su propósito como parte del plan de subyugar el
mundo a los pies del imperio romano papal. Pero, ¿cuántos son los que “ven”
esto?
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